domingo, 8 de mayo de 2016

INFORMACIÓN Y LIMPIEZA DE SANGRE DE DOÑA LUISA SIGEA DE VELASCO.

Sírvanos estos documentos que presentamos, donde diversos testigos del momento corroboran que Luisa Sigea era de Tarancón, junto a las declaraciones de las "Relaciones Topográficas" mandadas hacer por Felipe II, para acreditar que Luisa Sigea de Velasco era natural de Tarancón (Cuenca).
[Cfr. nuestra entrada "Relaciones Topográficas de Felipe II. Tarancón"]

Tenemos diversos expedientes de pruebas de nobleza y limpieza de sangre, incoados para el ingreso en la Orden de Santiago de Francisco Ronquillo de Cuevas y Gonzalo Ronquilo de Cuevas, que nos dan referencia, lógicamente, a la abuela de éstos, Luisa Sigea de Velasco, de 1621 y 1622.

Por otro lado, también tenemos otro expediente de pruebas de nobleza y limpieza de sangre, incoados para el ingreso en la Orden de Alcántara de Antonio Ronquillo y Cuevas, que también nos harán referencia a la abuela de éste, Luisa Sigea de Velasco, de 1629.

Los documentos se hallan publicados en:

  • Serrano y Sanz, Manuel. Biblioteca de Autores Españoles. Apuntes para una Biblioteca de escritoras españolas. Desde el año 1.401 al 1.833. Vol II. Madrid: Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1.905, PP. 401-403.
  • García Ramila, Ismael. “Nuevas e interesantes noticias, basadas en fe documental, sobre la vida y descendencia familiar burgalesa de la famosa humanista, Luisa de Sigea, la "Minerva" de los renacentistas“, in Boletín de la Institución Fernán González, XXXVIII, 147 (1959), pp. 567-593.
  • 
  • Archivo Histórico Nacional. Pruebas de Santiago, código de referencia ES.28079.AHN/1.1.13.8.4//OM-CABALLEROS_SANTIAGO,Exp.7235
  • Francisco Ronquillo y Cuevas, hijo de la hija de Luisa Sigea, Juana de Cuevas y Sigea, heredó el mayorazgo que su padre, Rodrigo Ronquillo, poseía de don Pedro Jiménez del Castillo, tal y como consta en escritura del Archivo General de Simancas, que contiene también el juro a favor de Juana de Cuevas de 102.000 maravedís, creado por su padre Francisco de Cuevas, y el testamento de ésta (Código de Referencia ES.47161.AGS/2.13.2.2//CME,369,11)




    Genealogía de Don Francisco Ronquillo, natural de Arévalo.

    Padres: don Rodrigo Ronquillo, natural de Arévalo,
    y de doña Joana de Cueuas, natural de Burgos.

    Abuelos paternos: Gonzalo Ronquillo, Comendador de Santa Cruz de la Zarza,
    natural de Aréualo, y de Doña Ana de el Castillo, natural de Burgos.

    Abuelos maternos: Francisco de Cueuas, natural de Burgos,
    y Doña Luissa Sijea de Velasco, natural de Tarancón.

    Concuerda con la jenealojía original que queda en mi poder, Madrid y Octubre 26 de 1621 años.
    Gregorio de Tapia.



    En la villa de Tarancón, en tres días de el mes de Noviembre de mil y seiscientos y veinte y un años, en cumplimiento de la Real provisión de el Real Consejo de las Ordenes, que se nos fue entregada para que hagamos información de la nobleça y limpieça de Doña Luisa Sijea de Velasco, natural de esta villa de Tarancón y agüela materna de Don Francisco Ronquillo, nos Don Francisco de Bargas Çapata, caballero del ábito de Santiago, y el Licdo. Juan Álbaro, religioso de la dicha Orden, nos rescivimos juramento en los ábitos que en los pechos traemos, el uno al otro, que bien y fielmente haremos la dicha información como se nos manda (...).

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    I.

    El Licdo. Juan Ballestero, clérigo presbítero y comisario del Santo Oficio, vecino y natural de esta villa de Tarancón.

    Dijo que aunque no conoció á Don Francisco Ronquillo, tiene noticia de él, y sabe es natural de la villa de Arébalo; y ansimismo tiene noticia de Doña Luisa Sijea de Velasco, vezina y natural que fue de esta villa, agüela materna del dicho pretendiente, y es cosa notoria aver sido ligítima y de ligítimo matrimonio de Don Diego de Sigis y Doña Francisca de Velasco, sus padres, la qual fue hija de algo, christiana vieja sin que le toque ninguna mala raza de judío, moro ni converso por ningún lado, por remoto y apartado que sea, y esto es muy público y notorio en esta villa, y esto lo sabe porque lo oyó decirlo a sus mayores; porque Don Diego de Sijis, su padre, fue un caballero natural de Francia, a quien elijió por maestro de sus hijos el rey Don Juan de Portugal, y exerció ese oficio hasta que murió; y la dicha Doña Luisa Sijea de Velasco fue dama de la reina Doña Catalina; y el Licdo. Don Antonio Ronquillo, nieto de la dicha Doña Luisa Sijea de Velasco y hermano de el pretendiente, es collegial de el collegio Mayor de Oviedo, de Salamanca, y catedrático de Dijesto viejo de la dicha Universidad de Salamanca, y no sabe ni ha oído decir que la dicha Doña Luisa ha sido presa ni penitenciada por el Santo Oficio de la Inquisición, ni en público ni en secreto, ni ninguno de sus ascendientes, y que esta es la verdad a cargo del juramento que tiene hecho

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    II

    .

    A 4 de Noviembre de 1621.
    Juan Patiño de Figueroa, vecino de Tarancon.

    Dijo que no conoció á Doña Luisa Sijea, porque a muchos años que salió desta villa y casó en Areualo con un fulano Ronquillo, mas de ella ay mucha noticia en esta villa, y que fué natural della y hija ligítima y de ligítimo matrimonio.

    [Juan Patiño de Figueroa estaba casado con María Collado y Jaraba. Un hijo de éstos, llamado Baltasar Patiño Jaraba, marchó al Perú, acompañando al Gobernador de Chucuito, Pedro de Jaraba, familiar de María Collado y Jaraba.
    Cfr.: Archivo General de Indias. Contratación. Referencia: ES.41091.AGI/10.42.3.127//CONTRATACION,5334,N.2,R.37]

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    III.

    A 5 de dicho mes.
    Sebastián Arcos, de 80 años de edad.

    Dijo que aunque no conoció de vista a Doña Luisa Sijea de Velasco, fue casado con una muger que la sirvió, y ansí, por esta raçon tiene mucha noticia della, como la ay en esta villa, de la dicha Doña Luisa, de donde fué natural.

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    IV.

    El mismo día.
    Álvaro Noguerol.

    Dijo que (...) en quanto su padre de la dicha Doña Luisa Sijea de Velasco desciende de un caballero francés, mui noble; y por parte de madre, de los Velascos de esta tierra, donde a avido caballeros de ábito y religiosos de ábito, donde muchos se honran de tomar su apellido, por ser linaje tan calificado.

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    V.

    A 6 de dicho mes.
    Pedro Cano de Pernía.

    Dijo (...) que al capitán Juan Cano, tío suyo, le oyó decir muchas veçes ser [Luisa Sigea] de jente honrada Y calificada, y por serlo tanto pretendió casarse con ella y ansimismo es mui notorio aver sido vezina y natural de esta dicha villa la dicha Doña Luisa Sijea de Velasco.

    [Pedro Cano de Pernía, natural de Tarancón, era familiar del Santo Oficio. Casó con doña María Coronado, y a decir de Fermín Caballero, sus descendientes serían los marqueses de Alhendín.
    Respecto al capitán Juan Cano, ya lo hemos visto aparecer en las "Relaciones Topográficas", como "Juan Cano Calbete", habiéndose distinguido en el levantamiento de los moriscos en Granada, y en incursiones en Orán y Mostagan. Precisamente de estas correrías y andanzas tendrá a un esclavo, morisco, llamado Lope, de quien tenemos constancia porque solía decir haber oído cantar a los cristianos en 1575: "Dios te dé la victoria/ rey don Felipe/, Dios te dé la victoria/ y no te la quite./ Dios te dé la victoria/ que ensalzas la ley,/ muerto aquel traidor/ don Fernando Muley,/ que era enemigo/ de nuestra ley,/ y con Mahoma/ hace comité./ Dios te dé la victoria/ y no te la quite".
    (García-Arenal, Mercedes. Inquisición y moriscos. Los procesos del tribunal de Cuenca. Madrid: Siglo XXI, pág. 92).
    Con el nombre de Juan Cano de la Torre, fue el encargado de tomar posesión del obispado de Canaria, en nombre de Melchor Cano, prestando juramento de estatutos de conjúdices, el 27 de abril de 1553. (Cfr. Caballero, Fermín. Conquenses Ilustres. Tomo II. Melchor Cano. Madrid:Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-Mudos y Ciegos, 1871, pp. 223-224.)]
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    VI.

    El mismo día.
    Diego Alonso Ordóñez, clérigo presbítero.

    Dijo que (...) a conocido a parientes de la dicha Doña Luisa, y ser alcaldes ordinarios, y es notorio aber sido natural y vecina la dicha doña Luisa Sijea de Velasco, desta villa de Tarancón.

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    VII.

    El mismo día.
    El Licdo. Pedro Fernández Mohino, notario del Santo Oficio.

    Dijo (...) que pretendió casarse con ella el capitán Juan Cano, vecino de esta villa, y casó en Arébalo, después, con un fulano Ronquillo.

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    VIII.

    Arevalo, 28 de enero de 1622
    Doctor Mena de Minaya, Juez Ordinario de la Inquisición de Navarra.

    En la villa de Arévalo del Obispado de Ávila en 28 días del mes de Enero del dicho año, recibimos juramento según derecho, del Doctor Mena de Minaya, Juez ordinario de la Inquisición de Navarra, consultor del Santa Oficio y Comisario en este partido Clérigo presbítero, natural de esta Villa de Arevalo, el cual después de haber jurado in verbo y guardar secreto depuso lo siguiente:
    A la 1ª dijo que conoce a D. Francisco Ronquillo pretendiente del habito de Santiago, natural de esta villa de Arévalo, y conoció a sus padres D. Rodrigo natural de Arévalo y a su mujer Doña Juana de Cuevas, natural de Burgos según ha oído decir, y conoció a sus abuelos paternos D. Gonzalo Ronquillo Comendador de la Santa Cruz de la Zarza, natural de Arévalo, y a su mujer Dª Ana del Castillo, y ha oído decir siempre nació en Burgos, y no conoció a sus abuelos maternos, Francisco de Cuevas natural según ha oído decir de Burgos, y a doña Luisa Sijea de Velasco, natural de Tarancón según ha oído decir, a todos los cuales tiene, tuvo y vió siempre tener por hijos legítimos de sus padres habidos en legítimo matrimonio sin mezcla de bastardía alguna sin haber oído ni entendido cosa en contrario y tal es público y notorio pública voz y fama (...).
    Dijo que al pretendiente Don Francisco Ronquillo y a su padre D. Rodrigo Ronquillo y a su abuelo paterno Gonzalo Ronquillo y demás sus ascendientes tiene, tuvo y vió siempre tener por hijosdalgos notorios según costumbre y fuero de España sin haber oído ni entendido cosa en contrario, y es público y notorio, pública voz y fama, y en cuanto a la nobleza de su madre doña Juana de Cuevas y de su abuelo materno del pretendiente los tiene tuvo y vio tener siempre por nobles y como tiene, y en cuanto a Doña Ana del Castillo abuela paterna del pretendiente, y en cuanto a la materna tuvo siempre ha oído decir bien de su nobleza sin haber oído ni visto ni sabido cosa en contrario y se remite a sus naturalezas de los arriba dichos, y en cuanto a la limpieza de D. Francisco Ronquillo pretendiente, de sus padres, D. Rodrigo Ronquillo, Gonzalo Ronquillo y demás ascendientes suyos paternos originarios de este lugar sabe que todos y cada uno de ellos son cristianos viejos limpios de toda mala raza de moros, judíos o de otra mala raza en ningún grido por apartado y remoto que sea y en tal opinión son habidos y tenidos en esta villa de Arévalo y su tierra y comúnmente reputados y sabe es público y notorio pública voz y fama porque Gonzalo Ronquillo su abuelo fue del hábito, de Santiago y su bisabuelo el alcalde de Ronquillo fue del hábito de Calatrava o Alcántara y los demás ascendientes es más notoria su fama nobleza y limpieza por ser Verdugos, Velazquez y Briceños que son las familias mas nobles de estas tierras y en cuanto a la limpieza de Doña Juana de Cuevas madre del pretendiente y de su abuela paterna que fueron como tiene dicho de Burgos, los tuvo en la misma opinión y tanto más despues que D. Antonio Ronquillo hermano del pretendiente le dieron la beca del Colegio de San Salvador de Oviedo en Salamanca, que a no ser de las dichas calidades no se la hubieran dado, y remite a Burgos en todo y lo que tiene dicho es público y notorio, pública voz y fama en Arevalo y sus tierras. Preguntando si alguna ha oído decir contra la calidad de limpieza de Juana de Cuevas y de Doña Ana del Castillo madre la primera y abuela paterna la segunda del pretendiente dijo que, como ha dicho, Gonzalo Ronquillo, abuelo del pretendiente Don Rodrigo Ronquillo su padre, se casaron fuera de esta tierra en lugar algo apartado como es Burgos y como es ordinario en lugares cortos se murmuró si eran limpios o no los susodichos, y más respecto de haber traído grandes dotes, pero nunca se dijo cosa cierta ni se dio causa ni principio para que no fuesen limpios ni señaladamente se les puso falta si no en común sin dar razón, más de ser forasteros y ricos que ordinariamente se suele murmurar de ellas, y que en particular no se acuerda quien lo murmuraba sino por mayor lo oyó o sí murmurar, ni este testigo jamás se persuadió a ello sino antes a lo contrario, porque Gonzalo Ronquillo, abuelo del pretendiente, tenia hábito y encomienda cuando se casó con Doña Ana del Castillo abuela paterna del pretendiente y le casó en su vida el Alcalde de Ronquillo, que también era del hábito, como tiene declarado, y no es de creer ni entender que no le casara con mujer que no fuera limpia porque aunque trajo la dicha doña Ana del Castillo muy grande se fue, porque estando ya casada heredó a su hermano el mayorazgo que ella vino cuando se casó dicha Doña Ana del Castillo, y esto se sabrá mejor en Burgos su naturaleza a donde se remite (...)

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    IX.

    Arevalo, 19 de febrero de 1622
    Andrés Fernández de Nanclares, escribano del Ayuntamiento de Arévalo.

    Dixo que conoció á Doña Joana de Cuebas, natural de Burgos, muger que fue de Don Rodrigo Ronquillo, y conoció a su padre desta, que se llamó Francisco de Cuebas, Correo mayor de Burgos, natural de ella, marido de Doña Luisa Sijea de Belasco, y aunque no conoció a Doña Ana del Castillo, natural de Burgos, tiene mucha noticia de ella y sabe que fue muger de Gonçalo Ronquillo, alcalde de Corte, del ávito de Santiago, Comendador de Santa Cruz de la Çarça, y sabe que los dichos referidos, naturales de Burgos, son hijos ligítimos de sus padres, avidos en ligítimo matrimonio (...).

    [ El marido de la hija de Luisa Sigea fue Don Gonzalo Ronquillo del Castillo, vecino y regidor de la villa de Arévalo, hijo mayor y primogénito del Comendador Gonzalo Ronquillo y de Ana del Castillo Villegas, sucesor y poseedor del mayorzgo que fundó su abuelo el alcalde Ronquillo.
    Le sucederán en el mayorazgo, su hijo Francisco Ronquillo de Cuevas, que fue alférez mayor de Arévalo y señor de Villanasur.
    Cfr.: nuestra entrada: ]

    Sabe que por la parte de la dicha Doña Ana del Castillo ay muchos actos positivos de nobleça y limpieça, camo son D. Juan de España, del ávito de Santiago; D. Antonio Sarmiento, del ávito de Calatrava, que fué Comendador de Almagro; no el que oy vive, sino su abuelo, que fué hijo de Doña Ana Catalina del Castillo Pesquera, prima hermana de Doña [Ana] del Castillo, abuela paterna del pretendiente; y el Conde de Salvatierra, D. Diego Sarmiellto de Sotomayor, que fue del ávito de Alcántara, a quien este testigo conoció, tiene el cuarto destos mismos Castillos; y otro cuarto, por abuela, tiene D. Diego de Castro, del ávito de Santiago, que está en San Marcos de León; y Antonio de Salaçar, familiar del Santo Officio, a quienes este declarante conoció; y Don Diego de Miranda, de el ávito de Santiago, y Don Juan Rodríguez de Salamanca, del dicho ávito de Santiago, y el Doctor Salamanca, Consultor del Santo Officio de Valladolid, y Doña Antonia Bonal, muger de D. Antonio de Guzmán, familiar de el Santo Officio, hija de Doña Mariana del Castillo, y Don Antonio Sarmiento, que oy vive, del ávito de Calatrava, y Fray Juan de Salaçar, Consultor del Santo Officio, frayle de la Trinidad, y García de Paz, que fue familiar del Santo Officio, a quien conoció este declarante, ya muy viejo, todos tienen un quarto deste linaje de Castillos.
    Y el mismo de la dicha Doña Ana, abuela paterna del que pretende, y son de un tronco y entierros de la yglesia parrochial de San Roman, primeras "Laudes" de la yglesia mayor, demostraçión grande desta familia de su nobleça (...)
    Y no es menos el linaje de los Cuebas, que descienden por linea recta del gran caballero Alonso Díaz de Cuebas y Catalina Iñiguez de la Mota, donde ay tantos actos positivos de nobleça y limpieça tan notorios; y la varonía de los Cuebas es la de Francisco de Cuebas, abuelo materno del que pretende, y tubo una hermana legítima, de padre y madre, que se llamó Francisca de Cuebas, abuela paterna de Don Al(onso) de Castro, caballero del ávito de Alcántara, que oy vive en Burgos, y también Bernardino de Castro, canónigo en León, do ay riguroso estatuto de limpieça, sobrino de Francisco de Cuebas, abuelo del que pretende; y el mismo quarto de Cuebas tubo el Doctor Belasco, colegial de Obiedo, cuyos nietos son D. Gonçalo Chacón, canónigo y inquisidor de Toledo, y D. Diego Fajardo, su hermano, del ávito de Santiago [cuyos padres fueron D. Luis de Velasco, natural de Valladolid y Dª Luisa Fajardo, de Casarrubios. Los abuelos paternos fueron el Dr. Velasco, burglés, de la Cámara de S. M., y Dª María de Vivero, vallisoletana; los abuelos maternos, D. Francisco Chacón, señor de Cassubios, y Dª Aldonza de Ayala, de Toledo]

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    X.

    Burgos, en este dicho día, mes y año.
    D. Alberto de Alvarado y Córdoba, arcediano y canónigo de la iglesia de Santa María de Burgos, Comisario del Santo Oficio..

    Dijo que conoció aquí al pretendiente con otros hermanos suyos siendo muy niños, el cual sabe es natural de Burgos por haber nacido en ella, y conoció a Francisco de Cuevas, Correo mayor que fue de esta ciudad, vecino y natural de ella, y también conoció a doña Juana de Cuevas su hija, natural de aquí, la cual casó con D, Rodrigo Ronquillo, natural de la villa de Arévalo y que conoció a Doña Ana del Castillo, abuela paterna, más sabe fue natural de esta ciudad y que fue casada con el Comendador Ronquillo, natural de Arévalo y padre del dicho Don Rodrigo Ronquillo, y abuelo del pretendiente por haberlo oido diversas veces en este lugar a personas de crédito y ser público y notorio a todos, los cuales los tiene por padres y abuelos del pretendiente, y que fueron legítimos y de legitimo matrimonio sin haber oido ni sabido esto que genero de bastardía, y por tales los ha visto tener y comunmente reputar especialmente al pretendiente que le vio criar en casa de sus padres, como a tal hijo legítimo suyo, y a Dª Juana de Cuevas su madre porque la conoció tambien estando casada en casa de su padre, Francisco de Cuevas, y ha oído decir fue su [madre] D. Luisa Sijea, natural de Tarancón y mujer insigne en todas ciencias. Item dijo que el dicho Francisco de Cuevas fue hijodalgo notorio de sangre noble según fuero y costumbre de España y por tal este testigo le tuvo y vio tener y estimar comunmente en esta ciudad de todos los caballeros y gente noble de ella todo el tiempo que le conoció, y que es en su persona y casa, [que] se trataba como noble hijodalgo y que en la opinión de hijodalgo y noble este testigo tuvo y vio tener al dicho D. Rodrigo Ronquillo y a su padre, y por pública voz y fama que eran de los nobles y caballeros que había en Arévalo, y aunque no conoció a Doña Ana del Castillo, abuela paterna del pretendiente, tiene muy particular noticia de ella por haberla oído hablar y nombrar muchas veces, que es de los Castillos que fundaron el Monasterio de Nuestra Señora de la Merced, a donde dejaron una obra pía de casar 30 huérfanas cada año, los cuales tiene y ha visto tener por nobles hijosdalgo, porque el Conde que murió, fue del hábito de Alcántara, y sus hijos también, ha entendido este testigo, tienen hábitos de las órdenes militares, y Don Antonio Sarmiento, Comendador de Almagro del hábito de Calatrava, y todos estos probaron en sus informaciones ser descendientes de los Castillos que tiene dichos y por la parte de Cuevas sabe este testigo que D. Alonso de Castro, del hábito de Alcántara, es primo segundo del pretendiente, nieto de Doña Francisca de Cuevas, hermana de su abuelo materno, por todo lo cual tiene llana y asentada la nobleza y limpieza de todos los suso dichos sin que les toque ninguna mala raza de judío, moro ni converso y que ninguno de ellos ni ninguno de sus ascendientes ha sido preso ni condenado por el Santo Oficio de la Inquisición ni incurrió en nota ni infamia que le prohíba tener honor y oficio de honra en los lugares donde han vivido, antes los tiene por las calidades que tiene dichos, y que fueron muy buenos cristianos dados a obras de virtud, piedad y religión, y que esto es lo que sabe y la verdad de lo que dicho tiene, en cargo de su juramento, publica voz, y fama sin haber oído ni sabido lo contrario.

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