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jueves, 20 de octubre de 2016

CARTA DE UN ESCOLÁSTICO TOLEDANO A LUISA SIGEA. (1542)

Ni el autor de esta carta, ni la fecha se conoce.

Propuso Bonilla y San Martín que podría ser de Juan de Vergara o Álvaro Gómez de Castro ("nescio quis fuerit auctor huius epistolae. Fortasse Joannes Vergarae, aut Alvarus Gometius Castrensis"). También vaciló sobre la posible fecha de la misma, 1550-1557 (cfr. la nota 2 de la pág. 199, de su “Clarorum Hispaniensium epistolae ineditae ad Humaniorum Litterarum Historiam Pertinentes”).

Prieto Corbalán propone, sin justificar, que debió ser escrita "poco posterior a la entrada de Luisa en la corte de Lisboa; así pues debe ser de 1542 o, como muy tarde, de 1543" (cfr. nota 1 de la pág. 147, de su "Epistolario Latino. Luisa Sigea").

Ciertamente se habla en la carta de algunas cuestiones que pueden aproximarnos a la fecha de redacción:

* de la reciente incorporación de Luisa Sigea al Aula Regia, lo cual sucedió en ;

* que se le den recuerdos encarecidos a un hermano suyo, adolescente. Si se trata de Diego Sigeo y Velasco, éste aparece en el libro de pruebas de la Universidad de Alcalá de Henares, Colegio Mayor de San Ildefonso, en 1542. Luego estudiará en Coimbra, obteniendo el grado de Doctor en 1550 (el grado de bachiller se obtenía tras tres años de estudio; cinco años más eran necesarios para el de doctor). Por tanto, para no estar en España, en Alcalá de Henares, y poderlo localizarlo con sus padres, lo más factible es que se trasladara cuando ha terminado sus estudios de Bachiller, esto es, después de 1545.

Ha sido publicada, entre otros, por

  • Allut, Paul Auguste. Aloysia Sigea et Nicolas Chorier. Lyon: Chez N. Scheuring, Libraire-Editeur Imp. de Louis Perrin, 1.862, pp. 19-21.
  • Bonilla y San Martín, A.Clarorum Hispaniensium epistolae ineditae ad Humaniorum Litterarum Historiam Pertinentes”, in Revue Hispanique, VIII, 1.901, pp. 196-199.
  • Bourdon, Leon et Sauvage, Odette. "La correspondance latine de Luisa Sigea", in Bulletin des Études Portugaises, XXXI, 1970, pp. 75-77.
  • Prieto Corbalán, María R.. Epistolario Latino. Luisa Sigea. Madrid: Akal, 2007, pp. 147-149.
  • Amores Pérez, Raúl. "Biografía de Luisa Sigea Toledana. Una taranconera del siglo XVI en la corte portuguesa y española", in Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas (SEMYR). Pérez Priego, M. A. (coord.). Melchor Cano y Luisa Sigea. Dos figuras del Renacimiento español. Tarancón: Ayuntamiento /Centro Asociado de la UNED, 2008, pág. 256 (parcialmente).



  • NOMINE SCHOLASTICI TOLETANI AD LUYSIAM SIGAEAM FOEMINAM DOCTISSIMAM.

    CARTA DE UN ESCOLÁSTICO TOLEDANO, DE NOMBRE, A LUISA SIGEA, MUJER DOCTÍSIMA.
    Amavi equidem patrem tuum, olim puerum egregia indole, dein etiam adulescentem prorsus ad litterarum studia natum, dedique operam, ut quantum sane aetatula illa patiebatur, illius commodis consuleretur.
    Quise, ciertamente, a tu padre, en otro tiempo un niño de egregia índole, después un adolescente que para el estudio de las letras parecía nacido, por ello me dediqué a esta labor con él, en cuanto razonablemente aquella tierna edad lo consentía, las cosas más útiles para él procurándole.

    Quod si divinare tum licuisset, fore, ut tale aliquando germen ex illo sobolesceret, non iam amor (mihi crede) in illum meus, non favor tantum extitisset, sed cultus, sed obsequium potius et admiratio; hominem quidem certe, minime passus essem sic a nobis avelli, ne exteros potius quam patriam tam foelici foecunditate bearet.
    Pero si adivinarlo, entonces, se me hubiera puesto en almoneda, que un día un germen de tal clase de él surgiría, no sólo mi amor (créeme) y mi favor le hubiera manifestado, sino también mi respeto, mi más estimable deferencia y mi admiración; y ciertamente, cuando él un hombre hecho y derecho hubiera sido, no hubiera permitido que ni un mínimo paso, del modo con que lo fue, de nosotros se separara, ni que a los extranjeros antes que a la patria, con tanta feliz fecundidad enriqueciera.

    

    Foeminam ne, imo puellam ferme atque adeb Hispanam puellam tam latine scribere? Tam graece callere? Tam scite, tam venuste utriusque linguae litterarum formulas depingere?
    “¿Cómo es posible que una mujer, qué digo, todavía una niña casi, y además española, tan bien en latín escriba? ¿Cómo tan magistralmente el griego conoce ? ¿De dónde ha aprendido esa habilidad y esa gracia con la que hermosea las formas literarias de las dos lenguas?

    

    Id sane usque adeo mihi admiratione dignum visum est, ut nisi parentis tui optimi viri spectata mihi iamdiu fides esset, vix fuissem ipse epistolae tuae de te fidem habiturus.
    Esto, verdaderamente, hasta tal punto de admiración me parece digno de ser visto, que a no ser por la confianza, que desde siempre le he tenido, y le tengo, a tu muy buen padre, hubiera desconfiado de que la carta la hubieras escrito tú.

    

    Certe quibus illam legendam tradidi doctis viris, neutiquam persuadere adhuc potui, a foemina prodiisse.
    Y aunque, para que la leyeran, la remití a doctos hombres, de ningún modo persuadirles he podido de que por una mujer había sido escrita.

    

    «Apagesis (inquiunt) isthaec figmenta. Fuere scimus quondam, id est, saeculis illis eruditissimis, foeminae aliquot nonnullius in litteris nominis, idque tunc etiam instar prodigii propemodum habitum.
    "¡Fuera (me dicen), todo eso son mentiras! Hubo, sabemos, en otro tiempo, es decir, en aquellos siglos eruditísimos, algunas mujeres con un cierto nombre en las letras, y esto, entonces, como un cierto prodigio, más o menos, se consideró.

    

    At aetate nostra (οἷοι νῦν βροτοί εἰσίν [in margine haec nota: "quales nunc sunt mortales", Homero, Ilíada, V, v. 304)]) satis nobiscum belle agi putemus, si viros vel paucos habeamus exacte litteratos».
    Pero en nuestra época ("tal y como ahora son los mortales")..., que habríamos sido favorecidos pensaríamos, si tuviéramos hombres aunque fueran pocos, que exactamente literatos pudieran ser llamados".

    

    Hic ego, «quid mirum, inquam, si Musae istae vestrae aliquando tandem sexum suum respicere incipiant? Charites item ipsae delitias illas suas, lepores et amoenitates satagant ad foeminei quoque ingenii cultum transferre?
    Y yo digo esto: "¿qué hay de admirable, digo, en que esas Musas vuestras comiencen al fin a posar sus miradas en su propio sexo, si las propias Gracias igualmente se preocupan por derramar sus propias delicias, su talento y su belleza, para adornar el ingenio femenino?

    Quid copia illa quam fingitis, semper ne florulentum illud cornu, sexum suum aversata in virorum sinum effundet?
    ¿Por qué aquella Abundancia que vosotros inventasteis siempre vuelca su cuerno lleno de flores y de dones en el regazo de los hombres, actuando de manera contraria a su sexo?

    Et (ut fabulosa haec valere sinamus) divinam ne benignitatem usque adeo existimatis humani ingenii dotes huic sexui invidisse, ut non in illo quoque (quod in viris usu venire cernimus) cura naturam vincere interdum possit?»
    Y para terminar con estas fábulas, ¿pensáis siempre que la bondad divina ha privado a este sexo de los dones del espíritu humano, hasta tal punto de que en aquel también, como vemos que sucede entre los hombres, el esfuerzo continuo no puede vencer ocasionalmente a la naturaleza?

    Eiusmodi ego istis; sed prorsus (quod dici solet) surdis fabulam.
    De esta manera les hable. Pero (como suele decirse), fue como hablar a los sordos.

    Quare vinci me tandem ab illis, facile quidem passus sum, dum tua isthaec facultas (ita ut est) incredibilis habeatur.
    En fin, ante esto decidí resignarme con mi derrota ante aquellos, puesto que tu capacidad era considerada como increíble, como así lo es.

    Quod superest, patri ego tuo viro probo meique imprimis studioso tam foelicem sobolem vehementer gratulor.
    Por lo demás, a tu padre, hombre tan probo e íntimamente ligado a mí por el estudio, por una descendencia tan afortunada vehementemente le felicito.

    Gratulor et fratri tuo ingenuo adolescenti tam amabilem sororem. Nam Lusitaniae quidem tuae prope est ut invideam, tantum decus nobis ademptum.
    También felicito a tu hermano, adolescente tan honrado como su amable hermana. Y ciertamente, falta poco para que a tu Lusitania envidie, que con tanta honra de nosotros os ha apartado.

    Tibi vero mea Luysia ingenii istius dexteritatem et multi iugam eruditionem non gratulor modo, sed exosculor atque suspicio, maximoque imprimis tibi bono esse percupio.
    A ti, mi Luisa, por la destreza de tu ingenio y por la erudición en muchas materias, no sólo te felicito, sino que te alabo desmesuradamente y admiro, y que el máximo bien para ti sea, anhelo ardientemente.

    Quod quidem meum votum, ratum omnino futurum esse confido, modo tu qua semel coepisti, constanti animo pergas; quoque te divini numinis favor locupletioribus dotibus insignivit, hoc te submissius geras, atque illius munificentiae acceptum referens totum id quicquid es, non minus animos quam oculos assuescas virgineo isto pudore demittere.
    Confío en que mi voto será ratificado enteramente en el futuro, pues del mismo modo en que tú comenzaste, con ánimo constante prosigues tu camino; y a pesar de que a ti el favor de los númenes divinos con sus más ricos dones te ha distinguido, te comportas de modo humilde, al referir que a la magnificiencia divina se lo debes todo lo que eres, y no menos el ánimo como los ojos acostumbras a bajar, con ese pudor virgíneo.

    Scio tibi minime monitore opus esse, quae aliis etiam viam ostendere valeas, qua inoffense gradiantur. Sed ignosce, quaeso amori, qui more quidem suo, quae minime opus sunt, ea interdum necessaria putat.
    Sé que para ti en absoluto un consejero es necesario, porque a los demás el camino tú eres capaz de mostrar, por el que pueden andar inofensivamente. Por ello, perdoname, te lo ruego de corazón, que este celo mío a su antojo piense, que lo que no es absolutamente necesario, es es imprescindible.

    Malo autem haec ad te προαιρετικώς [in margine haec nota:: persuasive] scribere vel prorsus supervacua, quam laudibus, te vicissim quamlibet etiam meritis, tota epistola onerare.
    Y prefiero estas líneas "con persuasión" escribirte, aunque sean completamente vacuas, antes que malamente con alabanzas, por mucho que te sean totalmente merecidas, toda la carta adornar.

    Quibus me tu dum supra captum meum tam effers immodice, et, ut ille ait, τοις ἀθανάτοισιν ἐΐσκεις [in margine haec nota: "inmortalibus aequas", Homero, Odisea, XVI, v. 187] plane ostendis eloquentiae tuae divitias, quae in tam augusta materia, tanta verborum sententiarumque affluentia expatietur.
    En cambio tú, al alabar mi capacidad intelectual desmesuradamente, y, como dice aquel, "al igualarme a los inmortales", muestras claramente los tesoros de tu elocuencia, que en tan angosta materia, por tan gran cantidad de palabras y sentencias, se pasea.

    Quod si alio quopiam foeliciore argumento, officium deinceps epistolare mihi praestiteris, erit dubio procul, quod tibi me perpetuo debere profitear. Epistolas certe tuas semel atque iterum lectas ac rursus repetitas, in secretiore demum scrinii mei parte recondam, in ipsaque adeo dactylotheca pro gemmis asservabo.
    Y si sobre otro argumento más favorable, me haces el favor de escribirme otra carta, seré sin género de dudas, tu perpetuo deudor declarado públicamente. Tras leer repetidamente tus cartas y releerlas una y otra vez, en la parte más recóndita de mi escritorio, las esconderé y haré como un joyero haría con sus gemas, las conservaré.

    Porro officium tibi meum, non est quod ullum debeam peculiariter polliceri: quae me tibi iam totum penitusque devinxeris, velutique medicato illo Veneris cingulo, sed eo quidem castissimo, in tui amorem pellexeris, traxeris, astrinxeris, ut ei nunc vere inesse experiar, quae Poeta graphice depinxit.

    Además, respecto a mi obligación hacia ti, no es que deba peculiarmente prometerte nada: pero a mí a ti absolutamente y por completo me has amarrado, y como si poseyeras aquel medicinal cinturón de Venus, aunque ciertamente éste es castísimo, hacia tu amor me atraes, me seduces, me encadenas, de tal modo que ahora verdaderamente dónde se encuentra lo he experimentado personalmente, (me refiero a) aquello que el Poeta gráficamente describió:

    ...ἔνθα δέ οἱ θελκτήρια πάντα τέτυκτο
    ἔνθ᾽ ἔνι μὲν φιλότης, ἐν δ᾽ἵμερος, ἐν δ᾽ὀαριστὺς
    πάρφασις, ἥτ᾽ἔκλεψε νόον πύκα περ φρονεόντων

    [in margine haec nota: "Omer, del cinto de Venus".

    Homero, Ilíada, Libro XIV, vv. 215-217:

    "... in eo autem sibi delinimenta omnia inclusa erant:
    Ibi inerat quidem amor, inerat desiderium, inerat et amantium colloquium,
    blandiloquentia scilicet, quae furtim surripit mentem etiam prudentium."
    Cfr.: Clarke, Samuelis (1732). Homeri. Opera Omnia, ex recensione et cum notis. Tom. II. Glasguae: Apud Rucardum Priestley, 1814, pp. 87-88.

    "... en éste (en el cinto de Afrodita) todos los encantos estaban encerrados:
    allí se hallaba el amor, se encontraba el deseo, residían las amorosas conversaciones,
    el lenguaje seductor, que hace perder el juicio a los más prudentes
    ".

    Cuius quidem animi in te mei significationem, si qua occasione dare ullam licebit, iam laxo intelligas, quanti te faciam.
    Si en alguna ocasión darte una prueba de afecto se me permitiera, te haría comprender la estima que te tengo.

    Caeterum, de migratione in Aulam tuam (quod in extrema epistola scribis) gratulor tibi etiam atque etiam tantorum principum favorem; gratulor vicissim et principibus ipsis tuam consuetudinem.
    Por lo demás, respecto de tu admisión en el Aula Regia (de lo que al final de tu carta me escribes), me alegro por ti, y por el favor que tan grandes Príncipes te han concedido; me alegro también por tu relación con aquellos Príncipes.

    Digni profecto sunt, qui inter tot Indicas opes, margaritam hanc possideant, non Indicam illam quidem, sed Indicarum omnium longe praeciosissimam.
    Éstos son dignos de, entre todas las admirables riquezas del Indo, poseer esta Perla, no índica como aquélla [que eres tú], sino más preciosa que las perlas de la India.

    Tu fac ut digna te praestes contubernio διοτρεφέων βασιλήων [Homero, Ilíada, I, v. 176.: regum a Iove nutritorum].
    Por tu parte, hazte digna de la protección del trato "de los reyes, criatura de Zeus".

    Quod ipsum tibique tuisque omnibus imprimis foelix faustumque esse et spero et opto.
    Que yo para ti y lo tuyos ante todas las cosas, felicidad y prosperidad, espero y deseo.

    Vale foemineum decus, patremque ac fratrem meis verbis quam officiosissime salutato.
    Adiós, ornato de las mujeres, y tu padre y tu hermano con mis palabras más atentas, sean saludados.

     Toleti.
    En Toledo.






    lunes, 10 de noviembre de 2014

    BIOGRAFÍA. 01. INTRODUCCIÓN. Temas que pretendemos desarrollar en este trabajo.

    Tres cuestiones parece que empiezan a encontrar la luz, después de cerca de 500 años de sombras, sobre una humanista española, Luisa Sigea de Velasco, más alabada y apreciada en Portugal que en su tierra natal, y que ha venido siendo, como remarca Nieves Baranda,
    ““una de las autoras (del siglo XVI) más citadas y sobre las que más se ha escrito. Su fama tiene antecedentes muy antiguos, porque ya en vida era mencionada por los eruditos y después de su temprana muerte en 1.560 (con unos 38 años), su nombre pasó rápidamente a los repertorios de mujeres sabias, donde se repitió una y otra vez hasta convertirse en la erudita española del Renacimiento por excelencia (…)